Ser un buen jugador de póker va mucho más allá de calcular probabilidades, probar nuevas estrategias o desarrollar una buena capacidad de lectura corporal. También consiste en prevenir movimientos perjudiciales del rival, en evitar caer en el tilt, en calcular las odds y en ser disciplinado y dedicado.
Si quieres aprender no solo a jugar bien al póker, sino a ser un buen jugador, lleva contigo estos consejos: te servirán para ganar y para desarrollar nuevas habilidades hasta ser un auténtico pro con el paso del tiempo.
Cómo jugar y ganar al póker
Empecemos por una verdad que a muchos principiantes les dolerá: no existen fórmulas mágicas ni atajos para ganar en el póker. En el póker todo es dedicación, estrategia y paciencia, y sin esas tres cosas tu periplo en el largo camino del aprendizaje durará un suspiro.
Para aprender a ganar antes hay que saber perder, y las pérdidas en póker pueden salir muy caras si no llevas un control de tu stack. Es primordial que seas consciente de que tendrás que dedicar horas, muchas horas, a jugar al póker, pero de manera controlada, siguiendo un horario y siendo disciplinado.
Es altamente recomendable que separes el dinero que necesitas para vivir del que vas a usar para jugar. Es una buena manera de empezar siendo organizado con tu dinero para que no te veas en una situación comprometida.
Además, si el juego lo segmentas en sesiones horarias diferentes, mejor que mejor. Así cogerás pronto una rutina y te será más fácil seguir el ritmo de juego, dedicando unas horas al día al aprendizaje y la experimentación, pero sin comprometer tu vida fuera del póker.
Otro aspecto fundamental es que te formes. O, más bien, que hagas por fomentar la curiosidad por aprender. A nadie le gusta forzarse a leer algo que no le motiva, pero si estás aquí es porque el póker es, como poco, una afición para ti. Dedícate a aprender de los profesionales, a examinar tus jugadas, a analizarlas y a dilucidar qué podrías haber mejorado de tus jugadas anteriores. Eso te ayudará a ir más preparado a la próxima.
Consejos para ser un buen jugador de póker
Unos buenos consejos para empezar a ser un buen jugador de póker y que te pueden ser de mucha utilidad son los siguientes:
- Aprende a leer a tus rivales. El póker no se entiende sin las lecturas que se hacen de los rivales, por lo que vas a tener que desarrollar un buen método para intentar saber por dónde va el juego de tus contrincantes. Leer sus posibles jugadas en el póker online es algo más complicado, dado que se pierde el factor de lectura del lenguaje corporal, pero aun así puedes desarrollar tus propias teorías en función de su manera de jugar, sus patrones de movimientos y su manera de apostar.
- Analiza tu posición en la mesa. Es primordial que seas consciente de qué punto parte tu juego, porque no todas las posiciones en la mesa tienen el mismo enfoque. Si hablas el primero estarás en clara desventaja, pero si eres el último en hablar durante el preflop, dispondrás de mucha más información y podrás adaptar tu estrategia justo antes de que empiece el flop.
- Deja de obsesionarte con jugar todas las manos. De hecho, y sobre todo si eres principiante, lo normal es jugar una de cada diez manos. Si juegas todas las manos tu volumen de pérdidas no parará de crecer, ten en cuenta que, por estadística, no existen suficientes manos como para mantener en el tiempo la probabilidad de ganar de manera continuada. Por tanto, has de saber elegir qué manos jugar y retirarte de las que carezcan del suficiente potencial.
- Céntrate en una modalidad al principio. Cuando tengas más experiencia puedes probar cosas nuevas si quieres, pero lo recomendable si estás en pleno proceso de aprendizaje es que te centres en una variedad específica de juego. Puedes elegir Texas Hold’em Omaha u otro estilo minoritario, aunque lo ideal sería que optases por uno de estos dos, ya que son los más jugados del mundo y te abrirán las puertas a participar en certámenes y festivales en todo el mundo donde podrás optar a ganar importantes recompensas.
- Olvídate de los impulsos. Si durante el juego sientes que no estás bajo control y que las emociones te dominan a ti, retírate. Caer en el tilt es de lo peor que le puede pasar a un jugador de póker, y si te sucede, debes de saber identificar lo que te está pasando (Ej.: ¿estás actuando impulsivamente, empujado por ansias de revancha o de demostrar algo?, ¿quieres ganar “¡ya!”?), parar, respirar y quizás lo mejor es que dejes de jugar para no prolongar una situación en la que no estarás concentrado y en la que seguramente acabes sufriendo pérdidas.
Qué debes evitar hacer en el póker
Cosas como apostar por un arrebato, seguir jugando cuando tus emociones están fuera de control o jugar manos sin criterio son cosas que no deberías hacer bajo ningún concepto. Son errores muy comunes entre principiantes que se suelen aprender a no cometer a las malas, cuando se sufren las consecuencias y se pierde una cantidad importante de dinero en una jugada importante.
Otro consejo de cajón es que no te lances a farolear. De hecho, los bluffs deberían estar reservados solamente a jugadores expertos, así que olvídate de intentar hacer uno a las primeras de cambio.
Por otro lado, ten siempre bajo control tu stack. Los rivales que detectan a los pececillos optan por un juego agresivo en el que suben las apuestas para engrosar el bote y desplumar a los incautos, dejándolos sin fichas a las primeras de cambio. Mucho cuidado con esto porque, si no aplacas la jugada con un check-raise podrías verte sin la posibilidad de continuar jugando antes de lo que te imaginas.